Manos de Azufre (Música)
Saliendo de la falsedad de mi infierno cotidiano la odisea del regreso comienza frente a las puertas del subte. Veo, pero no veo. Oigo, pero no oigo. No al menos lo que me rodea, pero si lo real. ¿Qué es más real que esa caricia de azufre que alivia las tensiones más profundas de nuestro ser? Esa mano tan cálida que nos deja el alma encendida hasta hacerla arder mientras nos congela la sangre. Esa sustancia tan pura, tan inocente y tan atrevida que se rompe al contacto con lo que vemos y pensamos. Es tan pura que incluso se rompe con ella misma. Inmerso en aquel infierno, aún con cabeza de oficina, me desvanezco en la música que se ha apoderado de mi alma.