Cono de Sombra

Gris,
es tanto el gris...
Ese es el color de mi mundo.
Yo mismo lo construí,
ladrillo por ladrillo,
injuria por injuria,
pensamiento por pensamiento.

La sombra de mis monumentos me opacaba.
Oh, la brisa sobre mi piel,
ahora de reptil,
que serpentea por los médanos de mi opresión.

Un barrio me asalta,
otro lo asalto yo,
soy el rey de esta ciudad imaginaria
que ha perdido el buen visto de Dios.

Dios, ¿qué he hecho?
¿Construí demasiado alto?
Ahora me siento opacado
por la sombra de mis monumentos.

Mi piel de reptil se seca,
anhelando el sol cálido
del otoño de mis días.
¿Ha servido de algo tanto mal?

¿Me ha servido de algo tanto bien?
Estoy por morir y pienso
si mis monumentos perdurarán
bajo el sol de mi mundo gris.

Comentarios