Manos de Azufre (Música)

Saliendo de la falsedad
de mi infierno cotidiano
la odisea del regreso comienza
frente a las puertas del subte.

Veo, pero no veo.
Oigo, pero no oigo.
No al menos lo que me rodea,
pero si lo real.

¿Qué es más real
que esa caricia de azufre
que alivia las tensiones
más profundas de nuestro ser?

Esa mano tan cálida
que nos deja el alma encendida
hasta hacerla arder
mientras nos congela la sangre.

Esa sustancia tan pura,
tan inocente
y tan atrevida
que se rompe al contacto
con lo que vemos y pensamos.

Es tan pura que incluso
se rompe con ella misma.

Inmerso en aquel infierno,
aún con cabeza de oficina,
me desvanezco en la música
que se ha apoderado de mi alma.

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