La perspectiva

Una mujer sale de una confitería con su hija pequeña llevando una bolsa con facturas, que son caras y escasean. Están cruzando la calle cuando un ladrón, famélico, le arrebata la bolsa y se echa a correr mientras grita.

"Perdón... Lo siento..."

Un soldado, parado en la esquina, ve la escena y, por una reacción automática, dispara al ladrón una única bala que lo hace caer de boca en una alcantarilla. Se acerca al ladrón y lo toca con su fusil, para cerciorarse.

"Ya está, señora."

La mujer se acerca al cuerpo del ladrón, toma la bolsa y se va. La hija deja caer una lágrima.

¿Cuál de ellos es el culpable?

Todos somos jueces, jurados y verdugos; todos tenemos crímenes sin resolver.

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